miércoles, 27 de julio de 2016


En octubre realizaremos una serie de actividades ARTÍSTICAS en IFD Paysandú, en el marco del proyecto de la Sala de Artística ENLASARTES
Pronto extenderemos la convocatoria a participar...


AFICHE DE TALLER QUE REALIZAMOS EL 26 DE JULIO. MUY BUENO.

sábado, 6 de junio de 2015

El comienzo

El maestro leyó un cuento. Refería a la historia de un niño que liberaba a unas palomas. El cuento hablaba de un niño y de unas palomas. Había un niño, unas palomas, una situación a resolver por el niño, un momento del día, que era el crepúsculo, y un final feliz: las palomas recuperaban su libertad. Eso era lo deseado por todos espectadores del relato que el maestro leyó en clase. El niño cumplió. 

Después de leer el cuento, ante la atenta escucha de los alumnos de la clase, el maestro pidió que dibujaran lo que más les había impactado o gustado de la historia. Todos se pusieron a trabajar enseguida. Algunos terminaron su dibujo rápidamente y lo llevaron al maestro. Él les sugirió algunas cosas para cambiar o agregar y volvieron a llevarlo, rápidamente. Entonces el maestro tomó el trabajo, lo calificó, y les indicó otras tareas para hacer, esta vez, de matemática.
En la fila de al lado de la puerta, en la primera banca, estaba Julia. Seguía trabajando en su dibujo y ni se dio cuenta que los compañeros estaban terminando y ya en otra cosa. Ella seguía y seguía concentrada en su trabajo. El maestro no la interrumpió.
La niña estaba preocupada por lograr que el cielo fuera realmente el cielo que se observa en el crepúsculo. Había pensado en representar al niño, con una paloma en la mano, a lo lejos una parte de la pared de su casa y de fondo el cielo del crepúsculo. Los dibujos estaban hechos hace rato, pero quería lograr el azul justo del cielo, eso le llevó mucho tiempo. Coloreaba y volvía a colorear encima, porque no se convencía del color. Ella quería que su dibujo dijera que había sucedido a la hora del crepúsculo, eso quería que dijera. El maestro miraba desde el escritorio, sin interrumpir.
Ya casi a la hora de la salida, la niña se acercó con el cuaderno en la mano y dijo que había terminado su dibujo. Estaba feliz. El maestro tomó el cuaderno, lo miró y se empezó a reír. No notó el crepúsculo que había nacido en esa hoja a rayas. Se reía. 
Ella, con ganas de llorar, lo miró y esperó la crítica. El maestro le devolvió el cuaderno y le dijo: “¿Por qué perdió la cabeza?” 
La niña miró su dibujo, y vio a un niño en primer plano, con una paloma en su mano, la esquina de una casa a la izquierda, detrás del niño. Al personaje le faltaba la cabeza y en su lugar, explotaba un crepúsculo.

NUEVOS LIBROS




sábado, 4 de enero de 2014

Mensaje

Lo vivo y lo muerto

Se dice con la voz
con los ojos las manos
el cuerpo y el silencio.
Todo en ti dice algo
sobre ti
y sobre el resto.

Debes tener cuidado
porque hay quienes
te negarán los medios
para que no logres decir
mas que el pobre relato
de los acontecimientos.
Son arrebatadores,
que asoman con cautela
su hocico de sabueso,
para que tú no digas
tú no seas
más dueño de ti mismo
de lo que fueron ellos.
Sabes, el precio de la libertad
es no contar con los beneficios
de aquel que tiene precio.

Decir que estás presente
como puedas
como quieras decirlo
hace la diferencia
de lo vivo y lo muerto.

No dejes que te convenzan
de vivir mudo
dentro de un basurero,
de vivir invisible,
sencillamente quieto,
alimentándote la rabia
por no ser,
con los ojos vacíos,
y atravesado en la boca
el hueso que te dieron.

Rossana Pérez Fernández

Para reflexionar


FORMAS DEL DECIR (fragmento de la introducción de mi próximo libro)

En general los niños y niñas que asisten a la escuela asocian el adjetivo “artística” con un espacio y un tiempo, recortados o abstraídos del espacio y tiempo escolar, en los cuales podrán expresarse y aprender formas de expresión relacionadas con unos códigos diferentes a los que habitualmente se privilegian en las aulas. Las recientes decisiones que los docentes han tomado en cuanto a la introducción de contenidos prescritos en el área del Conocimiento Artístico están redefiniendo las posibilidades de la escuela en tanto formadora de espacios de aprendizajes. Los estudiantes comienzan a percibir que también es factible expresarse utilizando otros medios diferentes de la palabra escrita y que ello los habilita a sentir que tienen algo para decir que no fue dicho de la misma forma por otros cuya voz ha sido y es validada como incuestionable.
Durante mucho tiempo, a través de la historia de la escuela como institución moderna, algunas voces consideradas de autoridad fueron privilegiadas por encima de cualquier expresión de las nuevas generaciones, que, en suma, no tenían otro rol que el de recibir y aprehender aquello que fue dicho por quienes “saben”. Para ello se exigió de los niños y niñas la responsabilidad de desarrollar una única forma de conocimiento del mundo que, en la medida en que fuera desarrollada con mayor adecuación habilitaría a más y mejores acreditaciones académicas: la lengua escrita. Quien supiera leer y escribir con mayor solvencia lo dicho por “el otro que sabe”, mayores posibilidades de acceso a la participación en la cultura lograría alcanzar. En esta dinámica de la aprehensión de los objetos culturales, fundamentalmente los provenientes del terreno de las ciencias humanas y de las exactas se descuidó un componente sustancial de la formación de los sujetos: su propia subjetividad. Un descuido que nada tiene de inocente y que puede ser entendido como un mandato que trasciende el terreno de lo educativo para situarse en un territorio mucho más abarcador: el de la formación de los hombres y mujeres funcionales a las necesidades políticas y económicas en el marco de fundación y refundación de las sociedades modernas. El decir se constituyó desde el imaginario de nuestras sociedades como un derecho –un permiso- restringido a unos pocos privilegiados. El resto, solo debería cumplir con aprehender lo dicho por quien contara con esa licencia.
Por lo antes expuesto es que entiendo que nos corresponde a los docentes y educadores tomar la decisión fundamental que hará la diferencia en la construcción de nuestra profesionalidad: continuar haciendo la vista gorda a la negación de las subjetividades que se han construido y construyen día a día en las aulas –sea con intervenciones conscientes, sea con omisiones-  o habilitar un nuevo territorio en el que efectivamente todos hagamos uso del derecho a decir quienes somos y no somos en el encuentro con los otros y con los objetos que el mundo nos provee. Unos encuentros que habiliten redefiniciones, transformaciones, creaciones genuinas, empoderamiento de medios que hagan posible nuestra expresión en tanto sujetos, gozo, interpretaciones originales, formas de decir. Habilitar estos espacios y medios para la expresión de las subjetividades es un compromiso con todos los niños, niñas y jóvenes que integran el colectivo de aprendizaje de que somos parte, y no podemos concebirnos fuera del mismo como una suerte de iluminados que hacemos el favor a las nuevas generaciones de permitirles tomar tal o cual objeto de la cultura, sino que nos implica a nosotros mismos. Habilitar un nuevo territorio en el que todos –nosotros incluidos- nos hacemos a nosotros mismos, nos construimos en cuanto sujetos con conciencia y responsabilidad de lo tanto que tenemos para decir sobre el hecho de estar vivos y con la libertad necesaria para tomar la palabra, con el medio que elijamos y que mejor nos exprese. He aquí una redefinición de nuestra postura como enseñantes: no nos limitamos a enseñar al niño lo que otros pudieron hacer mediante el dibujo, ni lo que otros dijeron mediante el color, sino que nos comprometemos en habilitar el tiempo, el espacio y los medios para que todos podamos encontrar qué tanto nos sirve el dibujo o el color para expresarnos a nosotros mismos y dar significado al mundo que habitamos. La clase de “artística” pone a disposición de los estudiantes el descubrimiento y empoderamiento de una de las zonas de la experiencia humana que todos tenemos el derecho de transitar.
Si algo nos diferencia diametralmente de los demás seres vivos es nuestra capacidad de “decir” el mundo, de expresarlo: tanto el mundo en el entendido de lugar en el que habitamos como el mundo en tanto construcción sígnica y simbólica o el mundo como experiencia íntima de cada individuo.  “Decimos” el mundo, entonces construimos pensamiento. Construimos pensamiento, entonces asumimos acción. Asumimos acción, entonces somos. ¿Cuánto crédito daremos a la expresión artística en esta búsqueda de ser?

Las intervenciones en el área del conocimiento artístico, y fundamentalmente en el sector de las Artes Visuales, constituyen en la actualidad una urgencia educativa, en el entendido de que es urgente y necesario ampliar las posibilidades de significación, comprensión, aprehensión y reconstrucción de las experiencias de los seres humanos con los otros, con el mundo de los objetos y consigo mismos. Constituirse personas es un proceso que no se agota en el aprendizaje de contenidos ni habilidades instrumentales del campo de las ciencias objetivas o del lenguaje primario, sino que lo trasciende y exige de la ampliación del imaginario cultural y del desarrollo de competencias que nos habiliten a significar los diversos mensajes que nos provee la semiósfera en la que habitamos y nos habiliten, asimismo, comunicación efectiva.

Trabajo con árbol

Estudio a partir de un dibujo escaneado de un niño de diez años (Santiago)






domingo, 10 de junio de 2012

Artes visuales


Ejemplo de intervención en las artes visuales: LA FAMILIA EN LA PINTURA*

* artículo publicado en Niño en Obra, en 2011




Por: Rossana Pérez Fernández

Las artes visuales


Las artes visuales incluyen todas las manifestaciones artísticas que se perciben a través del sentido de la vista. Dentro de éstas se encuentran la pintura, el dibujo, el grabado, la escultura, el modelado, las instalaciones, los híbridos, la imagen digital, la fotografía, el cine y la publicidad gráfica.

Esculturas


Descubriendo las formas del arte

Escultura




Por Rossana Pérez Fernández



Dentro de las expresiones artísticas, la escultura engloba las obras que representan figuras en tres dimensiones. El objeto escultórico es por lo tanto sólido, ocupa un espacio y es tridimensional.

EXPERIMENTACIÓN ESTÉTICA


La experimentación estética

Por: Rossana Pérez Fernández



Las actividades artísticas producen unos tipos particulares de experimentación, de vivenciación tanto en los artistas como en los espectadores. Generan unos universos perceptivos y expresivos que dan como resultado experiencias íntimas de reconocimiento de uno con uno mismo y de uno con el otro.

POR QUÉ INTERVENIR?


OTROS MUNDOS POSIBLES





Banc Spaghetti- Pablo Reinoso - Foto Juan Tronquoy

Primero, convencernos nosotros



Incorporar la educación artística a nuestra labor educativa no debe ser una imposición coactiva que nos haga sentir inseguros respecto a nuestras posibilidades como enseñantes.

EL ARTE EN LA EDUCACIÓN



EDUCACIÓN ARTÍSTICA

POR: ROSSANA PÉREZ FERNÁNDEZ


Las intervenciones en el área del conocimiento artístico quedan comprendidas en el ámbito reconocido en los currículos de varios países como Educación Artística.
Ser parte significa asumirse en relación a los otros, a los objetos y al mundo natural para darse significado en el aquí y ahora. Reconociéndonos reconocemos a los demás. 

mandato

MANDATO
Mantener encendida la llama elemental